La salsa de tomate es parte esencial de una amplia variedad de platillos, como pastas, pizzas, guisos de carnes y más. Sin embargo, durante su preparación, los tomates pueden aportar acidez y marcar el sabor de la salsa. Te aseguramos que con un ingrediente que ya tienes en la cocina, podrás equilibrar la acidez y mejorar el sabor sin alterar la sazón de tus recetas, como suele suceder cuando se emplea, por ejemplo, azúcar.
Según una investigación publicada en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de México, el tomate posee ácidos orgánicos como el ácido cítrico y el ácido málico, que le confieren su sabor agrio natural. Asimismo, el nivel de acidez puede variar según el tipo de tomate, el grado de madurez y las condiciones de cosecha.
El ácido del tomate se debe a los ácidos orgánicos que contiene.La acidez de la salsa de tomate se puede regular añadiendo de 1 a 2 gramos de bicarbonato de sodio (poco menos de una cucharadita). Este ingrediente, al ser alcalino y tener un pH alto, ayuda a neutralizar la acidez. Recuerda no excederte con la cantidad para no afectar el sabor.
Si deseas incluir otro ingrediente saludable y evitar la azúcar refinada, utiliza zanahorias ralladas e incorpóralas a la preparación de la salsa. El dulzor de esta verdura permitirá disminuir la acidez del tomate pero también cambiará ligeramente el sabor.
Ingredientes:
Preparación:
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