¿POR QUé NO QUITARLE LA PIEL AL POLLO ANTES DE COCINARLO?
La carne de pollo es consumida en todo el mundo debido a su exquisito sabor y a su precio accesible. Al momento de cocinarlo, muchas personas retiran la piel del pollo pensando que esto reducirá su contenido de grasa. Sin embargo, los expertos aconsejan no hacerlo. A continuación, te decimos por qué es mejor no quitar la piel al pollo antes de cocinarlo.
No se debe quitar la piel al pollo antes de cocinarlo
Cocinar el pollo con su piel añade un sabor distintivo a sus diversas preparaciones, según el sitio web de "La Vanguardia". Además, al hornear, cocer o asar la piel del pollo, se contribuye a preservar sus jugos naturales.
Aunque no tengamos la intención de consumir la piel, cocinar la carne de pollo con la piel dará como resultado un pollo más tierno y jugoso en comparación, especialmente cuando se trata de asar en el horno o a la parrilla. Después de cocinar, se puede optar por retirar la piel si así se prefiere.
¿Es saludable comer la piel de pollo?
La piel del pollo tiene un 32% de grasas, es decir, que cada 100 gramos de piel que consumimos, 32 gramos son aporte graso, según el portal web de la “BBC Mundo” De estas grasas que contiene la piel de pollo, dos tercios son grasas insaturadas, las llamadas "grasas buenas", que ayudan a mejorar los niveles de colesterol en la sangre. Y una tercera parte de las grasas son saturadas, una de las llamadas "grasas dañinas", que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol "malo". Por lo tanto, si consumimos el pollo con piel, estaremos aumentando el aporte calórico de cada porción en un 50%, aproximadamente.
Por ejemplo, si comemos una pechuga de 196 gramos sin piel, estaremos consumiendo 284 calorías (según los datos nutricionales del Departamento de Agricultura de EE. UU), con un 80% de calorías provenientes de proteína y un 20% de grasa.
Pero esos números se incrementan drásticamente si incluimos la piel: la pechuga tendrá 386 calorías, con 50% provenientes de proteínas y 50% de grasas. Por ello, lo más saludable es retirar la piel al comer, para no aportar calorías ni grasas extras en el plato.
Recomendaciones para evitar la contaminación cruzada
- Asegúrate de lavar tus manos durante al menos un minuto antes de comenzar la preparación de alimentos.
- Mantén limpias las superficies que utilizarás antes y durante la preparación de alimentos.
- Cambia y lava tus paños de cocina de manera regular para evitar la proliferación de bacterias.
- Desinfecta el piso después de cocinar o inmediatamente si has trabajado con pollo o mariscos para evitar la propagación de bacterias en el suelo.
- Sumerge tus cubiertos y utensilios en agua caliente después de usarlos y luego límpialos con jabón lavavajillas.
- Evita utilizar las mismas tablas de cortar para diferentes tipos de alimentos.
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