Es muy probable que no puedas resistirte a probar esta mousse de chocolate. ¿Por qué estamos tan seguros? El chocolate, principal derivado del cacao es un producto que desata pasiones y algunas personas incluso mantienen con él una relación de anhelo que puede llegar a confundirse con una verdadera adicción. ¿Por qué ocurre? Varios factores parecen influir en ello:
El chocolate suele usarse como un antídoto frente sensaciones de ansiedad tristeza o irritabilidad. La razón está en algunas de las sustancias que aporta;
Los pueblos de América Central ya percibieron esas cualidades. El nombre latino de la planta (teobroma) significa "bebida de dioses" y alude a la gran estima de que era objeto entre los pueblos precolombinos.
Se empleaba ceremonialmente, llegó a ser moneda de cambio y con él se producía una bebida muy tonificante.
Esta cualidad fue percibida por los españoles, que adoptaron el hábito de consumirlo y posteriormente lo presentaron ante la sociedad europea.
El chocolate combina bien con muy diversos componentes, sobre todo con especias como la vainilla o la canela, pero también con algunas plantas, como la menta. Además, admite todo tipo de frutas, sobre todo fresas, frambuesas, naranjas y mandarinas. En esta receta de mousse de chocolate te proponemos combinar el chocolate con naranas.
El arbolito del cacao produce unos frutos con forma de melón que contienen las semillas en su interior. Estas semillas se han de fermentar y secar, y en ese punto se envían a las fábricas de chocolate de Occidente, donde se tuestan, lo que activa su peculiar aroma.
Por último se pelan, se les separa el germen y se muelen muy finamente para obtener la pasta de cacao, de sabor amargo. A esta pasta se le extrae parte de la grasa o manteca de cacao.
El producto resultante, con un mínimo del 20% de manteca, se tritura, y es el extracto seco de cacao o cacao en polvo. Para hacer el chocolate en tableta se parte de la pasta de cacao con la manteca, a la que se agrega azúcar y aromatizantes como vainilla, canela o nuez moscada y lecitina como emulgente.
El chocolate de más calidad contiene un 70% o más de cacao y poco azúcar. El chocolate con leche debe contener como máximo un 55% de azúcar, y al menos un 25 % de extracto seco total de cacao y un 25 % de materia grasa. El blanco se hace con leche, azúcar y manteca de cacao.
El chocolate negro es el más adecuado nutricionalmente, pues sus grasas son más saludables de lo que se pensaba. Contienen un 34% de ácido esteárico y un 35% de ácido oleico. El ácido esteárico, a pesar de ser saturado, una vez en el organismo se desatura y se transforma en ácido oleico, el mismo que caracteriza al aceite de oliva.
Ahora bien, esto no es válido para el chocolate con leche, con un perfil graso de menor calidad, y puede empeorar en el futuro, pues la legislación europea ya admite, como la americana, que el chocolate incorpore grasas distintas al cacao, generalmente subproductos de la industria alimentaria, mientras no superen el 5 %.
El cacao en sí no tiene colesterol, ni puede producir caries, pero sí los chocolates convencionales con poco cacao que incluyen azúcar y leche.
El cacao aporta polifenoles en una buena proporción. Estas sustancias antioxidantes estimulan además la producción de prostaciclina, que contribuye a reducir la presión arterial. El chocolate, por su gran contenido calórico, sería una sustancia oxidante en sí misma, pero los polifenoles atenúan esa característica.
El chocolate semiamargo que se vende en tableta contiene un alto porcentaje de grasa (30%) y carbohidratos (54%), vitamina E (2 mg/l00 g) y vitaminas B1 y B2.
La concentración de minerales es muy alta en potasio (450 mg /100 g), fósforo (220 mg) y magnesio (150 mg). Al magnesio se atribuye en parte la facultad del cacao para mejorar el estado de ánimo femenino, especialmente en el periodo premenstrual. También aporta hierro (3 mg), calcio, cinc, cobre y cromo. Pero debe consumirse con moderación, dada su riqueza en calorías (507/100 g).
Una forma saludable de consumir chocolate de postre es preparar una fondue de chocolate y frutas frescas. Para preparar chocolate de cobertura, se derrite al baño María, cuidando que no se queme. También puede ser ingrediente de platos de cocina, a los que da un toque contrastado y distinto.
El cacao se debe conservar en un lugar fresco, a 15 ºC, sin humedad. No debe exponerse a la luz solar ni a los cambios bruscos de temperatura.
2023-11-20T14:41:06Z dg43tfdfdgfd