Seguramente alguna vez te has preparado una deliciosa hamburguesa o un sándwich con queso amarillo, pero, ¿te has preguntado de qué está hecho este popular alimento? Aquí te lo contamos.
El queso amarillo o americano tiene un sabor suave a queso curado, ligeramente lácteo y salado. Su textura es firme, suave, medianamente cremosa. Este tipo de queso se derrite fácilmente y de manera uniforme, por ello es ideal para preparar sándwiches y hamburguesas.
El queso amarillo no solo brindará un sabor muy sencillo de combinar con diferentes alimentos, sino también una textura cremosa, fácil de mezclar y utilizar al preparar salsas para pastas, nachos, desayunos, chiles rellenos, mariscos y pescados rellenos.
Sin embargo, algunos productores les añaden otros ingredientes como sales, almidón y grasas vegetales, por esa razón a éstos se les llama quesos procesados.
Cuando se trata de este tipo de quesos, como el amarillo, no contiene grasa butírica, una sustancia que proviene de la leche, mientras que los quesos naturales sí cuentan con dicha sustancia.
Los expertos señalan que este tipo de quesos están diseñados para poder durar más tiempo, sin embargo recomiendan que prefiere el queso americano en lugar de aquellos que se denominan tipo o imitación.
Los quesos amarillos suelen ser duros o semiduros y se necesitan de varias semanas a algunos meses para producirlos. Lo primero que hay que hacer al hacer queso es separar la proteína de la leche, la caseína, de los demás componentes de la leche, que incluyen agua, azúcares y grasas.
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