¿SE PUEDE CONGELAR EL SALMóN AHUMADO? ESTA ES LA MANERA CORRECTA DE CONSERVARLO
El salmón es un pescado azul y de agua dulce o salada. Los salmones nacen en aguas dulces, migran al océano y vuelven a las aguas dulces para procrear. Con su carne entre rosada y anaranjada es ya un habitual de las pescaderías de España (de hecho uno de los pocos pescados que aceptan comer de buen grado muchos peques y adolescentes).
Comemos salmón fresco (en su mayoría noruego), pero también mucho salmón ahumado, ese que se consigue salándolo y exponiéndolo al humo. Se presenta en forma de grandes filetes, ya sea ahumado frío en rebanadas a bajas temperaturas o ahumado en caliente.
En uno y otro caso, el ahumado hace que el salmón tenga un sabor diferente, al tiempo que conseguimos un mayor tiempo de conservación. Claro que el ahumado no hace milagros. Este salmón hay que tenerlo en la nevera y por un tiempo limitado. Pero, ¿y si queremos que nos dure más, si decidimos congelarlo? ¿Se puede congelar el salmón ahumado?
Primero, la respuesta: sí, se puede. Y luego el método. Toma nota: así se congela el salmón ahumado (y manteniendo todas sus propiedades).
Cómo congelar el salmón ahumado
De entrada, sacamos el salmón de su envoltorio original (suele ser un cartón duro y un envoltorio de plástico). Hacemos paquetes pequeños con film transparente. Pero debemos intercalar una hoja de papel de film entre filete y filete. Es lo mejor porque luego podremos sacar solo lo poco o mucho que vayamos a consumir (pero sí, pueden congelarse los filetes enteros y unidos).
Como se trata de seguridad alimentaria, no basta con congelarlo para que nos dure eternamente. Así que a cada paquete que hagamos le pondremos la fecha del día en que lo congelamos. Desde ese momento, aguantarán dos meses sin perder sus propiedades y otros dos meses en buenas condiciones.
Cómo descongelar el salmón ahumado
Para luego descongelar el salmón ahumado debemos evitar los cambios bruscos de temperatura. Pueden estropear su sabor y sus propiedades. De modo que lo mejor es sacarlo del congelador un día antes de consumirlo (12 horas antes al menos). Lo dejaremos en la nevera y así se descongelará poco a poco.
Si vamos mal de tiempo y no queremos usar la función de descongelación del microondas (que siempre puede sacrificar los bordes del pescado porque el proceso no es igual en toda la superficie), podemos ponerlo en una bolsa plástica sellada y sumergirlo en agua fría durante una hora.
Propiedades del salmón
Es un alimento razonablemente sano por su alto contenido en proteínas y ácidos grasos omega-3, con un contenido moderado en grasas. Este pescado aporta unos once gramos de grasa por cada cien gramos de carne, un contenido similar al de las sardinas, el jurel o el atún.
La grasa del salmón es rica en ácidos grasos omega-3, que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos plasmáticos, y además aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación de coágulos o trombos. Sin embargo, según estudios, los salmones de criadero pueden tener altos contenidos de dioxinas y el contenido en omega-3 puede ser menor.
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