El pimiento es uno de los mejores ingredientes cuando quieres inundar tus platos de color. En crudo aprovecharás al máximo esa cualidad, aunque ninguna de las variedades pierde demasiado color con la cocción.
El pimiento destaca también por su gran capacidad para aportar sabor y difundirlo en el paladar, sobre todo cuando se asa o se sofríe, gracias a que hace muy buena pareja con la cebolla. De hecho, el pimiento es una de las mejores verduras para asar. Pero no todas las variedades son iguales ni todas son igual de adecuadas para asar.
Aquí te contaremos los trucos para que te salgan perfectos, te daremos ideas para incluirlos en tus recetas y te ofreceremos dos recetas deliciosas con pimientos asados: unos hojaldres muy veraniegos y unos pimientos rellenos vegerarianos.
El color y el tamaño también nos dan algunas pistas sobre su sabor y usos más adecuados:
Y aún hay otras variedades, entre ellos los pimientos de Padrón, pequeños y, a veces, también picantes. Lo más habitual es freírlos.
Para asar los pimientos puedes usar el horno a 200º C, pero, si tienes cocina de gas, también puedes hacerlos sobre la llama del fogón. Lo importante es que adquiera ese punto chamuscado exterior que le da un característico sabor ahumado.
Para asarlos al horno, ponlos en una bandeja pintada con un poquito de aceite para evitar que se peguen. Para que se asen bien necesitarán al menos media hora.
Luego es importante colocarlos en un recipiente con tapa o envolverlos en papel de periódico o un paño limpio y dejarlos reposar otra media hora aproximadamente, para que suden.
Para pelar los pimientos una vez asados, hay un requisito que puede parecer evidente pero que, si tienes prisa, igual tengas la tentación de saltarte: los pimientos tienen que estar bien asados. Si no, la piel costará mucho de quitar.
El otro paso que no debes saltarte es el reposo tapados para que suden. Si respetas el reposo de unos 30 minutos, los propios vapores del pimiento ayudarán a desprender la piel. Además, eso permitirá que los pimientos también se enfríen un poco para poderlos trabajar. Hacerlo demasiado pronto lo hará más difícil, tanto porque la piel estará más pegada como porque el pimiento estará demasiado caliente.
La piel la podrás extraer fácilmente con las manos o con una puntilla. Si aún está demasiado caliente para ti, espera un poco más. No es conveniente enfriarlos con agua corriente, pues arrastraría buena parte de su sabor.
Retira también las semillas y el rabito y ya los tienes listos para utilizar en tus recetas.
En las ensaladas les gusta acompañarse con las hojas ligeramente amargas de la rúcula, la escarola o la kale y les va bien cualquier condimento con vinagre. También combinan con quesos frescos como el requesón y el ricotta o con quesos más maduros como el parmesano. Puedes incluirlo crudo, y te quedará delicioso, pero una ensalada con pimientos asados es refrescante y mucho más apetitosa.
El pimiento rojo tiene una gran afinidad con berenjenas, cebollas, puerros, ajos, aceitunas y tomates, además de con casi todas las hierbas aromáticas mediterráneas, como el tomillo, el orégano o el cebollino. Aprovecha estas combinaciones en tus platos, presentándolos asados con ellas, un poquito de sal y un chorrito de aceite.
La escalivada típica de la cocina catalana (con pimiento, berenjena y cebolla asados en un plato) es una exquisita guarnición o entrante. También puedes poner tus pimientos con algunos de esos ingredientes antes mencionados sobre cocas, tostadas u otras masas tipo pizzeta (como hacen en buena parte del Mediterráneo).
Ingredientes (para 4 personas):
Preparación (75 '):
Si quieres hacer esta receta en menos tiempo, puedes saltear los pimientos en tiras junto con la cebolla en lugar de asarlos. No los hagas demasiado y escurre bien el aceite antes de colocarlos sobre el hojaldre.
En esta receta los pimientos se hierven ligeramente antes de rellenarlos y llevarlos al horno. El asado será corto, para calentar y dar el toque de horneado, pero nos interesa que no queden demasiado duros. Otra opción es hornearlos antes en lugar de hervirlos, pero necesitarás al menos 20 minutos y luego dejarlos enfriar ligeramente.
El pimiento es una extraordinaria fuente de vitamina C y otros antioxidantes, pero hay diferencias entre los pimientos de cultivo convencional y los de cultivo ecológico. En los pimientos ecológicos no solo no encontrarás los residuos de plaguicidas que suelen contener los que encuentras normalmente en el supermercado, sino que además descubrirás que te aportan más nutrientes. Los datos de la Dra. Raigón, catedrática de la Universidad Politécnica de Valencia y experta en agricultura ecológica, lo prueban: